Vivero Ayllú pretende ser una forma concreta, micropolítica, de creación y cuidado de especies nativas. Un vivero que haga de hogar a las especies que el fuego se había llevado. Imaginar un espacio chi`xi´ que supere las divisiones modernas entre teoría y práctica, entre actividad y pasividad, entre imagen y palabra. Vivero Ayllú busca generar un espacio simpoiético que se construya entre jóvenes, niñes, mayores, recién llegades y nacides y criades, entre plantas nativas e inducidas, entre saberes técnicos y saberes profesionales, entre relatos orales y textos escritos, entre fotografías existentes e imágenes por construir. Haceres y saberes en convergencia. Un ayllu que, acerca poéticamente el significado de este vocablo quechua que refiere al modo de organización social y económica de un grupo de personas vinculadas por diferentes lazos de reciprocidad.

 Y ¿cómo empezar?

La primera acción, una acción gráfica: poner en diálogo dos imágenes y un texto: Una fotografía de 2013 y una fotografía de 2020, del mismo lugar acompañadas de una cita, que encarna una sensación. La pieza final es un montaje junto a un texto elaborado por un conjunto de organizaciones socioambientales y referentes del campo en el dorso. Una pieza que se reproduce en 300 copias, cada una de ellas se canjea por contribuciones concretas para los materiales que vamos e iremos necesitando. Una colaboración entre una diseñadora, una editorial y una impresora Risográfica, dos fotografías y dos tintas, imágenes, papel y textos. Esta combinación busca catalizar otros horizontes de acción, en el territorio, en la creación otras imágenes que se desprendan de otros acontecimientos que buscamos generar.